Intro Resiste:

  

  

La joven resoplo, estaba cansada y solo quería ir a su casa para dormir un poco, aunque fuera mentira, ya que seguramente escaparía para ir a una de las cuantas fiestas a las que solía asistir sin que sus padres se enteraran.

No por eso hay que confundirse, ella era muy buena persona como hija, aunque todo el mundo creyera una versión distintas de ella, desde bebe, fue famosa y había varias versiones de ella rodando por todas partes, después de todo era la tan reconocida hija del presidente, que si seguía como iba, dentro de poco seria actriz o modelo, quien sabe, tenía un futuro brillante.

Fría, lejana, concentrada únicamente en lo que quiere, caprichosa, sin importarle nada que no fuera sobre su familia o que tuviera que ver con ella, la típica niña rica que con un berrinche obtiene todo lo que quiere sin esfuerzo alguno y a la cual le importa muy poco el mundo, esa era la idea que el mundo tenía sobre ella.

Claro que nadie la conocía a fondo, ni siquiera sus padres, los cuales, a lo largo de su vida, tal vez no queriendo, le brindaron muy poca atención, ella no tenía padres, solo personas que le habían dado la vida.

No se puede llamar padres a las sillas vacías que la hacen sentir sola a la hora de comer, ni a la falta de cariño o de amor, ni de enseñanzas, sus padres nunca estaban presentes.

Solo alguien la conocía a fondo y ese alguien era Graciela, un empleada de la casa, ella la crió básicamente, desde antes que la chica naciera Graciela trabajaba en la casa, por lo que cuando los padres de ella no estaban lo cual era casi siempre a Graciela le tocaba cumplir con mucho gusto el rol de madre y padre al mismo tiempo. 

Esto obviamente género que Lali la ame, por lo cual Graciela se convirtió en alguien a quien no podían despedir y que gracias a que su edad aumentaba también debía hacerlo su salario, para los padres de esta, Graciela era una mujer que solo usaba a su hija para seguirle sacando dinero, por lo que a todo costo debían lograr que Graciela renuncie y esa estrategia ya hace rato la estaban aplicando, sin embargo, la mujer seguía sin renunciar, tal vez, porque le daba lastima pensar que pasaría con Lali que ahora era adolescente y era cuando más necesitaba una figura.

La mujer conocía a la Lali buena, amable, que se preocupaba por todos, que intentaba ayudar a la sociedad y al mundo como podía, lo amorosa que era y la falta de amor que tenía, esa era Mariana Esposito la hija del presidente, no la que habían inventado las revistas.

Por otro lado teníamos a Peter, un chico totalmente diferente a Lali, pero solamente en clase social, ya que en actitud era muy parecido.

Peter era un pobre huérfano, que vivía de trabajo en trabajo intentando lograr que su abuela renuncie a su trabajo,  él no le parecía bien que con la edad que tenía la única familia que le quedaba trabajara de ese modo aunque la paga si era buena, seguía sin gustarle nada la idea. Además era muy independiente y si le molestaba algo era que su abuela se esforzaba por él, siempre le dejo en claro que si necesitaba algo él se encargaría de conseguirlo.

En su barrio era conocido por todos, además de ser un buen chico siempre dispuesto a ayudar, era el nieto de Graciela, la cual hace años estaba en el barrio, el cual, por cuidado de los vecinos estaba siempre muy limpio, dejando así ver su hermosura, porque sí, a pesar de ser un barrio de pobres donde más de uno seguramente era drogadicto, tenía la suerte de que era muy lindo.

El barrio contaba con una muy grande plaza, en esta había un pequeño escenario por lo que siempre se hacían las celebraciones ahí, pero además de eso, un pequeño grupo formado por tres varones entre los cuales estaba Peter, tocaba ahí y siempre había mucha gente que se reunía para escucharlo ya sea porque pasaba por ahí en ese momento o porque sabía a qué hora tocaban.

Peter vivía en la casa de Graciela junto con su hermano Nicólas, ambos tenían el mismo malo concepto de la gente rica: frívola, que solo le importaba lo que a ellos le pasaba, siempre mirándose, demostrando con todo lo que pueden el dinero que tienen, rebajando a los demás. Ambos, detestaban a la gente rica.

Dos mundos totalmente distintos, entre los que Graciela era un puente, ¿Sera posible que dos personas tan diferentes se enamoren? La respuesta es un claro sí, ¿Pero cómo lograran eso? ¿Qué camino tomaran? Las respuestas, aunque ellos no lo crean, están en ellos.

Bueno… me presento Yo no soy Hope, me pueden decir Emi, pasa que Hope es tan pero tan copada que me dejo usar su blogg para compartir las novelas que tengo, sé que tal vez no la iguale, pero al menos espero que les guste mi nove.Así que nada, espero un buen recibimiento y millones de gracias nuevamente a Hope

A todos, buena estrella ;)

3mi-